papel picado : arte efímero

Dibujar y cortar escenas o motivos ornamentales en papel es una costumbre común a varios países, aunque solo en algunos de ellos la complejidad de los diseños, un alto sentido estético y la calidad del trabajo final los colocan en un lugar sobresaliente dentro del arte popular.

Las antiguas civilizaciones mesoamericanas hacían frecuente uso de papel en muchas de sus ceremonias. Los aztecas usaban la corteza de morera e higueras silvestres para hacer un papel rugoso llamado amatl. Este fue empleado en numerosos rituales para hacer banderas y pancartas para decorar templos, casas y campos. Banderas de papel de caucho líquido eran adornos comunes para los rituales asociados con los dioses de la lluvia. 

Después de la conquista española el papel de china (papel de seda) se introdujo y se convirtió en el material preferido para decoraciones navideñas cristianas. Debido a la delicada consistencia del papel de seda tiende a ser de naturaleza efímera.

Esta tradición se ha transmitido de padres a hijos, impidiendo que desaparezca. Los artesanos empezaron a vender sus trabajos en los pueblos vecinos y entre la gente que trabajaba en las haciendas. Tiempo después, alrededor de 1930, se difundió a otras partes como Puebla y Tlaxcala. A partir de los años sesenta empezaron a difundirlo en la Ciudad de México, convirtiéndose en una artesanía reconocida no sólo a nivel nacional sino internacional.

Durante el día de muertos, el papel picado se utiliza para adornar las ofrendas, representa el viento y cada color tiene un significado distinto: blanco para los niños, naranja representaba el luto para los azteca, morado el luto en la religión católica, negro no se utiliza porque simbolizaba el inframundo etc.

Photo : Anne Bonnefoy

Es en San Salvador Huixcolotla, ubicado en el estado de Puebla, donde nuestros artesanos transforman los sencillos motivos geométricos en una sofisticada forma de arte popular, hecho a mano por los hermanos Juan Carlos y Roberto.